Doña Elvia, heredera de la tradición textil de su pueblo, produce caiserinas y tapices con escenas figurativas, dos piezas emblemáticas de la cultura local.
Su trabajo sigue un riguroso proceso de producción que tiene lugar en dos lugares: Junín, donde se procesa la materia prima, y Lima, donde se ubica el taller de tejido. Doña Elvia es acompañada en su trabajo por su madre, Jovita quien también es tejedora.
Ambas mujeres transmiten sus conocimientos a nuevas generaciones de tejedores, para preservar la tradición de San Pedro de Cajas.