Los tejidos finos y coloridos que nacen en las montañas andinas hablan de la destreza que los artesanos han perfeccionado con los siglos. En estas piezas, podemos ver representaciones simbólicas que conectan con el pasado prehispánico, mientras que en los tapices y bordados se plasma la vida cotidiana y la cosmovisión andina. El entorno de la selva, por otro lado, da vida a cestas y textiles vibrantes, donde las fibras naturales y los tintes vegetales crean piezas llenas de vida y color. Aquí, la naturaleza misma es parte del proceso de creación, ya que los materiales se obtienen directamente del entorno, en un diálogo constante entre el artesano y su hábitat.